dimarts

Kathmandu descansa...

Templos escalados,
cada escalón lecho.
Niños durmientes,
encolado su sueño.
Canes enrabiados,
nanas de ladridos.
Policías aguerridos,
centinelas de las horas,
rigores desmedidos:
mano dura y a deshora.
Desierto urbano,
laberinto callejeros;
reyes de la noche:
los deshechos y los perros.