divendres

Mi odisea

Un sí, un vale
un quizás y un puede.
Muchos miedos.

La ilusión capitana,
diosa aliada,
la prudencia vientos
que entorpecen mi marcha,
las dudas tormentas,
las inseguridades cíclopes,
los inconvenientes lotófagos...
y las promesas tentadoras,
como cantos de sirena,
estratagemas de Calipso,
ávidas por anclar.

Yo un Ulises
contra imponente Poseidón,
desprovisto de víveres,
brújula y tripulación.
Tan humano y tan terco,
tan necio, tan adepto
de la obcecación,
que me aferro a mi timón:
un sueño tejido anoche
que me hizo sonreír.

dijous

Matando el tiempo (y la poesía, y el humor, y el buen gusto...)

Desazón sazonada,
corazón descorazonado,
feliz infelicidad,
maña amañada,
sayo ensayado,
deshilachado hilar.

Nauseabundo perfume,
activa modorra,
pésimo optimismo,
diverión que aburre,
brisa que acalora,
en relieve mi abismo.


Rozaduras en los tobillos,
torpe caminar,
gotas sanguinolientas.

Por los suelos cuchillos,
infestado pantanal,
pisadas a tientas.

diumenge

Varanasi

Cuerpos ligeros,
anclada niebla:
humo.

Curso de agua y cadaveres,
necroturismo en botes,
varanasi una trama de calles,
torrentes hacia su rio.

Mil Carontes a la espera.

Olfato aturdido,
empachado de muerte,
oidos embebidos
de funebres canticos.

La piel ennegrecida,
grasa,
ojos atonitos y
gargantas obturadas.

Fallecer ritualizado,
en masa,
continuado.
La ciudad inmenso tanatorio,
las puertas del rio, obituarios,
los manojos de troncos, lechos flotantes,
y las llamas,
altas, erguidas,
furiosas, hambrientas,
esquelas.