dimarts

Perdut

Las escaleras de Ícaro
frente a un Babel de Ego.
Una almohada tejida por Penélope,
psicoterapeuta de la indecisión.
Y vivir en un desvío,
sin mapas,
sin atino,
empujado por los brincos
de pies que rehúyen suelos.

Morfeo por gurú,
Cronos investido juez,
y Eris, la discordia,
acechando a las quimeras.

Tifón, desmedido,
entra en liza,
llora temporales...
y la resaca de los mares
indulta una encrucijada
de posibles e imposibles,
seguridades endebles,
de senderos tortuosos
que quizá algún día se encuentren.