divendres

Nit al Rabal

Pulmones hiperventilados,
cofres de jadeos llenos
destapados al no haber
su guardiana, la vergüenza
exiliada tras perder,
en etílica afrenta,
contra impulsos de deseo.

Franqueadas las barreras,
garantes de intimidad,
los amantes adulteran
el dormitorio de otros,
sintechos que yacen
en lechos de cartón.

Ronquidos, banda sonora;
luz escasa, camuflaje,
los amantes, desenfreno;
y Selene, la testigo.

Las corridas, telón.

Lejana aún la cordura,
al abandonar el recodo,
los amantes sortean
la frontera de metal:
la que los separa
de sus separadas vidas.
Poca pericia o empecinado sino
hieren a uno en su mano.
Intrusa línea surca su palma,
zanja luciendo hematíes,
su riego un nuevo trazo
dibujado ahora en su cuerpo
y sellado con la sangre.

¿Ruta de un nuevo destino?
Recuerdo hecho rasgazo.